viernes, 8 de junio de 2012

A saltos en el tiempo.

Aún recuerdo este último invierno en el que empecé en mi absurda realidad y acabé en mi propia verdad. Llegaste y me sacaste de mi tontería, fue un extraño día de febrero con más alcohol que gloria en el cuerpo, tocando más el suelo que el cielo o, bueno, tocando el cielo por estar muriendo, supongo. En conclusión, fue parpadear y encontrarte justo en frente, desde ese momento todo dio un vuelco, tanto para ti como para mí. Todo parecía ir por buen camino, avivándose por primavera, cuando no pudimos quedarnos en frío.
Y ahora llega el verano, maldito verano, me tiene tan perdida... Solo sé que volvería a aquel frío invierno en el que empecé en mi absurda realidad y acabé en mi propia verdad.



No hay comentarios:

Publicar un comentario