domingo, 23 de diciembre de 2012

Recuerdos de un tal 2012.

Cuando era pequeña me enseñaron cada uno de los meses del año en orden. Cada mañana, en preescolar, nos hacían decirlos. Todas las mañanas... enero, febrero, marzo, abril, mayo, junio, julio, agosto, septiembre, octubre, noviembre y diciembre. Así cada mañana, hasta saberlos como mi nombre, aunque nunca pensé que cada mes podría tener un significado, que se pudieran vivir tantas cosas en 365+1 días.
Ahora es cuando hablo de mi humilde vida y de todo lo que mi año ha sido, aunque no creo que a alguien le interese. Yo acabé el 2011 mal, me sentía sola, desprotegida, sin esa persona especial y así empezó mi 2012. No tenía ilusión por que las cosas cambiaran, y así, mi enero fue el epílogo del maltrecho 2011. Sin cambios, sin excusas por las que explicar las sonrisas que me tocaba pintar ni nada por lo que irme a dormir con la seguridad de levantarme y tener un buen día. Febrero pintaba ser más de lo mismo, convertir mi vida en carnaval y espectáculo de una supuesta vida feliz, así parecía ser, su transcurso fue un hermano más de lo que venía siendo mi vida adolescente hasta aquel entonces. De repente ese "lucky strike", la suerte caída del cielo, hasta el suelo en el que yo estaba tirada, aquel 25 de febrero. Recuerdo como me fui a la cama aquel día, mi cabeza me repetía una y otra vez "acaba de llegar el futuro que te mereces". Al día siguiente todo volvió a estar igual, nada había cambiado. Luego llegó marzo, ese fue mi mes, el mes en el que me desaté de todo miedo y prejuicio, el mes en el que encontré mi valor y le recordé a quien le tenía que recordar aquel día de febrero. Sin marzo nada de los otros meses habría sido, fue el mes de cambiar todo lo malo por días especiales. Abril, el pico más alto de la gráfica, el mes de meses, la sonrisa de sonrisas, el día de los días. Abril era ese "So Happy I Could Die" permanente, era no bajarse de la nube, era dedicarnos lo que nos merecíamos después de todo lo que nos había tocado pasar. Luego, al contrario que en la lógica del conocimiento humano, después de la calma llegó la tormenta, convertida en persona egoísta sin sentimientos ni escrúpulos, que me arrebató todo aquello que tenía a base de persuasiones y fáciles mentiras. Esa figura del tablero que se llevó por delante todas las demás, hizo que se esfumasen los buenos momentos después de los meses de tira y afloja. Junio, el calor, las ganas de fiesta, de pasarlo bien, momento de tirar a la basura la rutina de muchos meses, otro giro más a la tuerca. Vuelta a los días, aún no se sabe si buenos, pero días mejores al mar de lágrimas. Fue el refugio en besos que intentaban disculpar todo lo que esos mismos labios habían dicho. Junio fue el mes de hoguera, vodka, el "te presento mi cama". Julio, mi cumpleaños, las semanas bipolares, el ahora sí y ahora no, las discusiones frecuentes y las reconciliaciones cada vez mejores. El mes de crecer como persona y en edad, la continua fiesta, los derrumbes familiares, los celos, los besos, los abrazos y las noches enteras sin dormir. Agosto, el mes divertido, desenfrenado, los 31 días de no separase, de unirnos más que nunca, hasta incluso de conocernos. Habría sido el mes perfecto si no hubiera sido por sus pequeñas inseguridades, sin su "o dejo el mundo por ti o te dejo a ti". Fueron muchas las sorpresas que nos dimos y demasiados los buenos momentos, ¿verdad? Septiembre, vuelta a una rutina desconocida, el momento de dejarme, por el mundo. Los días sin hablarnos, todo el rencor después del cariño, los días rematadamente malos, hundirse tras hundirse y caer tras caer. Vuelta a las noches sin dormir contigo y sin ti. El no saber si quedarte conmigo o marcharte. Octubre, el pánico,  Halloween, el no saber afrontar que habías elegido al mundo y no a mí, el haberme dejado por la primera mierda que apareciese. El separarnos por temor a algo, aunque aún ni yo misma sepa a qué temer. Prohibido rozarnos y prohibido querernos más, ni besos ni caricias ni levantar ganas de más y más cada vez. Noviembre, calco de octubre, pequeñas debilidades, miradas que hablan, dudas que callan, miedo a caer y caerse para levantar. Pegarse y abrazarse, pedirse perdón y decir "no sin ti". Momento de callar, de aguantarse, de no volver al pasado, de no saltarse la norma del nunca más. Diciembre, distanciamiento y acercamiento, cada día más pero sin querer, importantes nos sentimos, recíprocamente. Mes de desorientación, de tirar la toalla, de afrontar que nunca más, adiós al año, adiós a todo lo que hemos vivido. Ni tú quieres continuar ni yo debo hacerlo. Tú a tus prioridades de querer a otros y yo a mi teoría de descubrir la forma eficaz de perdonar los mejores momentos de mi vida, sin olvidarlos. Momento de querernos sin querernos, época de te abrazo sin tocarte. Tiempo de empezar una nueva vida. Hora de decir adiós para siempre a todo aquello que fuimos, ¿no?

martes, 27 de noviembre de 2012

Días de debilidad.

Últimamente me siento débil, falta de tu cariño. Cada día tengo ganas de cogerte, de abrazarte y no soltarte, maldita suerte la mía. ¿Cariño? Esa palabra dejó de existir en nuestro vocabulario. Mantenemos las formas, es raro, es como si no pudiéramos acercarnos, como si al hacerlo cometiéramos el mayor error de nuestras vidas, como si estuviera prohibido, como si al acercarnos no pudiéramos separarnos más.
Imagino que, precisamente, todo esto es mi imaginación. No piensas en mí, soy una página arrancada de tu historia, un paréntesis al que llamas error y del que te arrepientes. Me niego, me niego a pensar así, aunque en el fondo sepa que ya nada existe, aunque a veces piense que nuestros labios se volverán a juntar, como a veces ha podido pasar y yo he impedido, por mí, por no volver a los mismo errores. No sé, algún día lo aceptaré, pero es que me sigues gustando tanto como el primer día. Yo, boba de mí, guardo la esperanza de que algún día vuelva a ser tu prioridad. Tu sonrisa no era falsa, eso lo tengo claro. Hubo un tiempo en el que nos hacíamos felices, diga lo que diga nadie, digas lo que digas tú. Estuvo ahí la esperada "pasión", y nada más llegar todo se fue a la mierda. De usar y tirar creo que fui y no quiero, en el momento era distinto, era especial. Esos momentos en los que te sentabas en la encimera y nos dábamos infinitos besos, ¿fue mentira? No lo sé.
¿Qué me pasa ahora? Me siento confusa. Necesito saber qué soy para ti, y más bien, qué fui. Lo necesito, necesito que me digas todo. Necesito que me digas que algún día fui tu sonrisa, que a veces aún lo soy, que quizá algún día vengas, porque aún no has venido nunca. Soy rematadamente tonta, por mantener la ilusión. Lo nuestro no era así, lo nuestro era: derecho a roce y prohibido querer.

viernes, 23 de noviembre de 2012

STOP ANOREXIA.

Nunca lo he dicho ni ahora quiero hacer un teatro de ello, ni siquiera me gusta la idea de contarlo pero es lo que el corazón me pide. Lo uso de ayuda, pues yo ya lo superé hace tiempo. Era el año 2009, medio instituto se metía conmigo "fea, abuelo, péinate"... Empecé a mirarme en el espejo, a verme como un monstruo, a pensar que quizá esa gente de mentes sucias y prejuicios insanos tenía razón. Cada día comía menos, hasta el punto de dejar de comer nada. En aquel momento no lo vi como un problema, cada día me sentía mejor, me empecé a arreglar, a plantarle cara a todos aquellos que me maltrataban. Nunca, jamás pedí ayuda, me metí yo sola en aquello, porque siempre he sido orgullosa. Me aterrorizaba la idea de tener que aceptar que se metían conmigo. Un día me tocó ir al médico, aquel día de una simple revisión me salvó la vida, gracias a ese día estoy hoy aquí. No lo podía creer, en aquellos informes médicos ponía un doloroso nombre "anorexia nerviosa". Hasta aquel día cada momento que pasaba había sido feliz, no me importaba estar enferma si ya no tenía que llorar cada día por aquellos insultos, pero de repente todo cambió. Se empezaron a preocupar por mí, aprendí lo doloroso que es insultar a una madre que solo quiere cuidar de ti lo mejor posible. Yo seguía igual, cada día más delgada y rebelde. Me bebía un vaso de leche y como mucho me comía un cacho de pan en la tarde. Un día me desmayé en un examen, ese día mi vida terminó de cambiar. Por fin me di cuenta de que tenía un problema, entonces, en aquel momento, cada vez que me miraba al espejo era aún peor que antes de ponerme enferma. Me miraba, me odiaba, había sido capaz de ir matándome poco a poco, estaba horrorosa mucho más fea y me había convertido en una persona repugnante, capaz de preocuparse por unas opiniones, unos abusos, una imagen, y todo ello sin pedir ayuda. Supe que eso tenía que acabar, que el primer paso para que alguien te quiera es quererte a ti mismo. Y ahora aquí estoy, más viva que nunca, agradeciéndome a mí misma haberme salvado de allí en donde me metí.

Me da pena, mucha pena pensar que muchas chicas y chicos pasan por lo mismo que yo pasé, ojalá les pudiera ayudar a todos ellos, pero ellos son su mejor ayuda. Ellos y todas las personas que les quieren y se preocupan mientras ellos solo piensan en sentirse mejor cuando lo único que hacen es darle vida a una enfermedad y quitársela a ellos mismos. Lo primero que deben aprender que la culpa de estar enfermos no es suya, es de su maldita sociedad. Tienen que aprender que quien te quiere te querrá con diez kilos más.
¿Queréis saber qué es lo que realmente pasa? ¿Queréis saber que no es sentirse mejor sino matarse? Es una enfermedad, con síntomas. Síntomas que te hacen mucho peor de lo que "eres".
  -Aspecto pálido y ojos hundidos; hinchazón de ojos y tobillos.
  -Piel seca, labios secos y quebradizos.
  -Retraso de crecimiento.
¿Sabéis? También os destruye por dentro, te mata poco a poco.
Ni siquiera he dicho lo que sucede, pero esta enfermedad no acaba en la palabra "felicidad", acaba en la palabra "muerte". ¿Acaso queréis acabar como ella? Haz que ella no muriese en balde, no lo veáis como un mal ejemplo o algo malo y cruel. Seguro que ella estaría feliz por que lo superéis.

Seguramente la gente que padece esta enfermedad al ver esta foto dirá que se puede controlar que solo necesita sentirse mejor, pero no es así. Cada vez quieres más y más, cada vez que ves que consigues lo que quieres te pones una meta mayor. ¿Acaso alguien cree que merece la pena ser "feliz" de esta manera? Esto pasa factura, esa falsa felicidad no es para siempre, lo que único que hace es tirar toda una vida al traste, y no solo una, sino la de todos los que rodean a esa persona.
Quizá estáis pensando que a mis diecisiete años debería estar de fiesta y no escribiendo esto en un mediocre blog, pero si ahora me puedo ir de fiesta es porque en algún momento de mi vida conseguí salvarla de todo aquello. Pude darme cuenta de que nadie me debe hundir jamás, me di cuenta de que si yo confío en mí nadie me puede hacer nada, que si yo me respeto me gano el respeto de los demás. Como consejo digo que si acaso alguien que lea esto piense que tiene un problema pida ayuda, antes de que sea tarde. La vida puede ser maravillosa, si  nosotros lo somos. Mirar... ¿no es ella preciosa?
Pues es una chica simple, con curvas. Es una chica que enamora a medio mundo. Es una chica que se ama y saca lo mejor de ella. ¿Por qué no haces tú lo mismo? Adelante.
Solo me queda decir una cosa: STOP ANOREXIA!

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Sentimientos que le pertenecen a una persona que no leerá esto.

Tras un tiempo despreocupado, de ir por libre, de pasar de todo, llega la vuelta a lo mismo. Engañarse una y otra vez a base de un "lo tengo superado", no hay mentira más dolorosa. Levantarse cada día y hacer como que ya nada importa, fingir una sonrisa que duele más que cualquier lágrima. Actuar como si nada, como si nunca hubiera pasado nada, como si solo hubiera existido algo para mí.
Duele, duele pensar que la persona que lo fue todo para ti no fuiste nada para ella. Duele imaginar que según es todo ahora fue también antes así.
Nunca me quiso y yo me intento engañar. A veces hasta me llega la boba ilusión de seguir importándole, como si alguna vez eso hubiera sido así. Claro, claro que le importo, pero no es como antes. No es como todos esos abrazos por la espalda de sorpresa, no es como cualquier sonrisa perdida en algún lugar de todos aquellos a los que hemos ido, no es como esas noches infinitas hasta el amanecer a su lado. ¿Acaso todo lo que hemos compartido no significó nada para ti? Es que por más que lo intento no me lo puedo creer. No puedo creer que entre tus mil posibilidades decidieras pasar ocho meses conmigo y que estos no significaran nada. Odio pensar que no dejé ninguna marca en ti, odio imaginar que no soy ni la protagonista ni el segundo plato ni siquiera uno de tus pensamientos al día. Me odio por no ser capaz de decirte que te echo de menos. Soy imbécil por pensar que tú me echas de menos, ¿en qué jodida nube me encuentro para ser tan ilusa? No soy yo, es otra persona, no te importo, no me echas de menos, no me quieres besar  ningún momento, no fui nada más que alguien que te atrajo. Nunca me vas a querer de esa forma, esa forma de querer mandar el mundo a la mierda por mí, nunca seré ese sentimiento de que mi sonrisa sea todo lo que necesites. No me echas de menos porque nunca me has querido de esa maldita forma. Me hundo porque a veces en tu mirada me siento confusa, a veces me miras con aires de extrañeza, con la tonta ironía de echarme de menos, todo esto, que no existe, que no es así. Tonta de mí, que sigo pensando que algún nacerán tus ganas de quererme, tonta por pensar que me echas de menos y me quieres besar. Rematadamente loca por pensar que callarás todo esto con un beso.
Mírame, escribiendo esto como si lo fueras a leer... Escribiendo mi sentimiento más sincero como si acaso le preocupara, como si esto le fuera a hacer pensar, como si lo fuera a leer con cada recuerdo en la cabeza, como si me quisiera pero tuviera miedo a reconocerlo.

domingo, 11 de noviembre de 2012

No es música, es vida.

Mi filosofía de vida no esta clara, vivo de aquí, de allí, ayudándome de grandes genios. Esos genios que no se estudian en los libros, que crecen en la calle, en una vida tan normal como la tuya, esos mismos que luchan por triunfar y hacer que su forma de vida te ayude, te llegue, te entretenga. Tú les das fama y ellos, te dan una guía de la que vivir. Sí, hablo de la música, la música con mensaje, sentimiento y nacida de alguna vivencia en una mente ingeniosa que no solo te intenta hacer bailar, sino a veces emocionarte. La música no es solo un negocio, todo depende de los ojos que lo miren. Yo aprendí con el tiempo que existía música y MÚSICA. Claro, cada uno tiene sus gustos, pero yo hice de ella mi vida, por ridículo que parezca. Cada frase significa algo, cada canción guarda un recuerdo, una ilusión, guarda lágrimas recogidas tras un día malo, es el refugio entre tanta oscuridad. ¿Cómo se saca una filosofía de la que a vuestra simple vista parece la mayor tontería? Simple:


Lady Gaga me enseñó que nací así, que no importa como sea, simplemente me tengo que querer porque hemos nacido para ser una estrella cuando no tenemos nada más que perder, que creceré, tendré malos amores, me casaré con la noche pero siempre seguiré siendo tu mayor fan en nuestro particular juego de amor, aunque lo único que me quede es ser feliz y luchar por lo que quiero. Rihanna me enseñó que las mujeres somos fuertes, que por muchos golpes que te de la vida se puede enseñar la sonrisa más bonita, me enseñó que te estaré buscando durante toda la vida y algún día te encontraré, que el amor siempre está en algún lado. Lana del Rey me enseñó demasiadas cosas, me enseñó que si hemos nacido es para morir así que debo quedarme con el tacto de sus labios en mi memoria, aprendí que los paraísos oscuros también son ideales, que las chicas no siempre lloran y que los veranos tristes son recuerdos bonitos. Rita Ora me enseñó que tengo que brillar con luz propia, romper la vida y vivirla a mi manera, siendo una chica loca o como quiera ser. Katy Perry me enseñó que el amor siempre es joven, que algunas veces dirás blanco y otras dirás negro, que las fiestas de viernes noche serán increíbles, que te idealicé como de otro planeta y me gustas así, que en otra vida sería tu feliz chica, que después del huracán llega el arco iris. Adam Levine me enseñó que esa rota sonrisa algún día se enamorará de nuevo, que siempre me podrás dar una noche más, que nuestro 'amor' es así. 
Taylor Momsen me enseñó que aunque nunca sea suficientemente buena el infierno no está tan mal, me enseñó que se puede jugar como un hombre y querer como una mujer, que hay medicinas aparte de las conocidas, que te necesito en mi vida porque eres tú. Bruno Mars me enseñó que por mucho que yo odie mi sonrisa tú siempre pensarás que es preciosa y me sienta genial, que a veces es mejor activar la granada, que se necesita llorar con la lluvia. Beyoncé me enseñó a ser una mujer fuerte, ruda, capaz de vivir por mi sola y demostrar lo grande que puedo ser. Hayley me enseñó que siempre seremos la excepción, seremos a nuestra manera, que hay gente que solo sabe vivir en la ignorancia, que el mundo está lleno de monstruos. Pink me enseñó mucho, quiero ser como ella, fuerte, alocada, tan salvaje como quiere sin que le importe lo que digan los demás, rompiendo esquemas, siendo una mujer distinta, que siempre faltará el último beso y siempre se puede volver a intentar, que eres la jodida perfección, así que levantemos nuestras copas. Skrillex más que enseñarme algo me hizo volverme loca siempre que lo he necesitado, además de que el arte siempre tiene alternativas...


Y así, cantante a cantante, artista por artista, intenté captar el mensaje más allá de la forma. Aprendí que es mucho más que un bonito ruido de cuatro minutos. Al igual que estas palabras una canción guarda a una persona detrás, guarda unos sentimientos, unas debilidades, una bonita vida, una gran filosofía.

domingo, 4 de noviembre de 2012

Sinceramente.

Después de tanto tiempo, de tantas cosas compartidas, de todo lo demostrado no pienso tirar nada a la basura, ¿pero soy la única que debe poner de su parte?
Hemos vivido de todo. Muchas risas, muchos secretos y tal vez demasiadas lágrimas. Por todo, por todo eso no merece la pena cualquier peleilla de patio de colegio. Todo el mundo me lo dice, que te dé tiempo para que te des cuenta de las cosas, que alguna vez verás todo lo que he hecho, ¿qué se supone que he hecho? No lo sé, no lo sé ni yo, supongo que la gente cree que nunca te he fallado, que lo hago todo casi perfecto y yo sé que no es así, pero es que los errores es lo que hace a una persona humana, y si es humana merece la pena, por sus sentimientos. Solo quiero pasar tardes de reír hasta que duela, como antes, porque hay cosas que han cambiado pero no por ello tienen que cambiar todas. A veces pienso que eres incapaz de tener una tarde normal conmigo, que quizá no podemos estar normal, no lo sé. Ni siquiera busco nada del pasado, simplemente eres imprescindible para mí y me duele todo. Me estoy curando, intento pasar pero hay cosas que no ayudan, solo quiero tu apoyo, sé que no es mucho. Sabes lo que siento porque a ti también te ha pasado, quizá no tan fuerte. Puede que yo sea más insensible, que vaya de rebelde, de que todo me importa una mierda, pero contigo no me vale, me conoces demasiado. Sabes lo que me molesta y lo que no, por eso a veces me enfurezco, porque sabes como voy a reaccionar y aún así las cosas pasan. ¿Todo esto para qué? Para nada, solo quiero poder decir siempre que estás ahí, decirle a la gente cuando pregunte que estamos genial, tan bien como siempre. Poder afirmar que seguimos compartiendo secretos, momentos, lágrimas, sonrisas, buenos y malos momentos. Me has demostrado muchas veces lo importante que soy, aunque esas cosas te cueste aceptarlas, aunque seas incapaz de decir "te quiero", me lo has demostrado muchas veces y hacer como que no es así no sé de que te sirve. A lo mejor me equivoco, pero creo que muchas veces odias que me haya convertido en alguien tan importante, pero bueno, a mí me da igual, me quieres y puedo decir lo mismo. Te quiero.

sábado, 3 de noviembre de 2012

Vida sin destino.

¿Nacemos para algo en concreto? ¿Nacemos para luchar por ser felices o nacemos para luchar por conservar la felicidad? ¿Nacemos para triunfar o para ser mediocres? ¿Nacemos para algo en concreto?

Cierto es que solo tengo 17 años, que no sé nada de la vida, que me queda mucho por aprender pero por virtud o desgracia he aprendido mucho más de lo que otras personas de mi edad han podido aprender. Sé que la vida no es una camino de rosas, que está lleno de rocas, pero hay rocas que merecen la pena; porque a veces coges una piedra, la tallas, la das forma y queda bien. Sincera y tristemente, a mi corta edad no sabría decir lo que es la felicidad con certeza, sé lo que es la alegría en ciertos momentos de mi vida pero algunas veces me gustaría saber que se siente al estallar de felicidad por cada poro de mi cuerpo, tal como algunas personas dicen haber experimentado. A veces me replanteo si tenemos vida para construirla o es ella la que nos destruye poco a poco hasta hacernos desaparecer. Acabaremos desapareciendo y tal vez la felicidad no es la protagonista de mi vida, sino dejar huella en los demás para hacer que su vida sea más fácil de lo que fue la mía. También hay momentos en los que la felicidad de los que me importan me hace tener ilusión por encontrar la mía, no sé, puede que haya que sufrir para obtenerla. No todos nacemos con la felicidad bajo el brazo, el destino nos dicta como serán todas nuestras vivencias, ¿pero quién ha dicho que no puedo plantarle cara al destino?
Nunca me he sentido grande, ni siquiera igual a los demás, vivo en una inferioridad permanente, fingiendo con cada sonrisa que vivo sin inseguridades. Quizá el camino hacia la felicidad es, como dijo mi querida Stefani Joanne "naciste así", tal vez la felicidad no esté en nadie sino en encontrar por mí misma el valor suficiente para plantarle cara al destino, para demostrarle que puedo ser gigante, y puedo escribir mi propia historia, y puedo dejar huella, y puedo quererme por mí misma, y puedo borrar toda y cada una de las inseguridades que vive conmigo, y puedo fabricar un nuevo tipo de felicidad, y puedo conseguir enseñar a alguien a querer de manera diferente, y puedo crear mi propia filosofía de vida, sin destinos...
¿Te apuntas a luchar contra el destino? ¿Quieres romper las reglas? ¿Saltas? Adelante.











martes, 30 de octubre de 2012

Pasión en coma.

No estabas en mis planes y llegaste. No estabas en mis sentimientos y te colaste. No eras mi sonrisa y acabé enamorada de la tuya. Nunca te había rozado y de repente necesito tocar cada milímetro de ti.

En cada beso te lo di todo, nuestros besos eran perfectos y no me lo puedes negar. Acercarnos, nariz con nariz, besarnos, sonreír, mordernos, volver a sonreír. Todo era perfecto, yo pensaba que para ti lo era. Fuimos droga, tú la mía y yo la tuya, durante muchos meses, durante los millones de besos. No sé si hubo sentimiento pero sí mucha pasión, no fui diversión por diversión, tenías a cualquiera para eso, además que no fueron semanas, fue mucho más que eso. Fuimos un solo ser, memoricé cada lunar de tu cuerpo a base de poseerlos. No me creo que nunca hayas echado de menos mis besos ni mi piel desde entonces, y no es que no me lo quiera creer, es que me parece imposible que toda aquella pasión tan perfecta muriera sin más.

Hoy, un día frío y lluvioso más, me ha dado por recordar aquel lunar en tu mejilla derecha, ese otro en tu brazo... Aunque ya no sé si es que te echo en falta o la soledad me ahoga.

sábado, 27 de octubre de 2012

El primer beso.

Hoy volví allí, a nuestro primer rincón. A ese lugar en el que tú apostaste por mí. Fue llegar y recordarlo todo al detalle como si hubiera sido ayer, con la diferencia de que ya no me entristece... 

   Apareciste de repente, a hablar conmigo de cualquier tontería, cuando aún no teníamos mucha relación más allá del "¿qué tal?", pero tu intención no era aquella.
 Estaba tirada en el suelo te sentaste frente a mí, hacía frío, hablamos durante un par de frases hasta que me callaste con un beso. Un beso efímero, con mi sobresalto y sin mucha emoción, pero ese extraño beso lo cambió todo, me cambió a mí. Te miré, te sonreí, supongo que con mi gesto te pregunté qué había pasado, qué me habías visto a mí. Me levanté y me fui a la fiesta, eso no era lo que yo quería. Al rato volviste, querías hablar conmigo, acepté. Cogí mi chaqueta y salí al frío, a que me abrigaras, entonces, en ese mismo momento, cuando me senté frente a ti vi la verdad en tus ojos, te creí cuando me dijiste que querías estar conmigo pero yo no estaba preparada para algo así. Yo estaba borracha, confundida, perdida por otra persona. Necesitaba recapacitar, afrontar todo lo que me había sucedido aquel día. Acabó el fin de semana y otra vez teníamos que vernos las caras, hicimos como si nada así que supuse que allí quedaría aquel beso, en aquel rincón. Lo que pasó después ya es historia.

Ahora el tiempo ha pasado, mil cosas han pasado y mis sentimientos han cambiado. Hace un tiempo quizá volver a ese rincón me hubiera hundido por completo pero ya no. Ya lo recuerdo con anhelo pero jamás con tristeza, es más sonrío por todo aquello, por cada momento, porque gracias a eso conseguí a una de las personas más especiales. Y no, ya no me importa como antes, ya no lloro más, sólo tengo la debilidad de echarle de menos algunas veces.

viernes, 26 de octubre de 2012

Esencias.

Según antiguos filósofos las personas no existimos, sino más bien nuestra esencia, nuestro alma. Si esto fuera así, yo no existo ni por mí ni por ti, fuiste mi esencia y siempre me quedará algo dentro pero ya no lo eres, busco mi esencia y no la encuentro.
Mi alma huyó, no sé dónde está, no la logro encontrar y tal vez no quiero. Soy un cuerpo ambulante en un mundo lleno de almas con cuerpos desarrapados, cuerpos en busca del alma más correcta, ¿pero cuando crees haber encontrado el alma correcta y ésta desaparece qué haces?
Sigo sin encontrar respuesta, sigo sin encontrar lógica entre tanta alma perdida. Demasiados cuerpos sin esencia complementaria. Es como venderle el alma al demonio; en cada beso, cada mirada, cada caricia, tu esencia acaba formando parte de otra esencia y si ésta huye tu cuerpo desvanece. Pierdes los besos, las miradas, las caricias, parte de la esencia que te hizo aprender, porque querer forma parte de nuestra esencia.
Ahora ha pasado el tiempo, mi alma sigue incompleta desde entonces. Estoy aquí, en mi ventana, con un cigarrillo en la mano, expulsando lo que me queda de alma a través del humo, dejando escapar mi esencia de este perdido cuerpo, así, así hasta morir.

jueves, 25 de octubre de 2012

Cuatro estaciones, mil acontecimientos.

Hubo un tiempo en el que todo era confusión, todo tan confuso que no sé si fue hace un tiempo, es ahora o está por ser. Una confusión que no fue creada por mi cabeza, sino que me rodeaba. Cada día me levanto y le doy mil vueltas a la misma pregunta: ¿soy feliz?
No sé si soy feliz por mí o por alimentarme de recuerdos en los que refugiarme o si acaso soy feliz. Hay veces en las que superar algo no significa olvidarlo ni mucho menos dejar de añorarlo. Quizá añoro tus besos porque me siento sola, tal vez tus caricias eran mi compañía y tu sonrisa el argumento de la mía. Alguna vez incluso llegué a pensar que eras capaz de dejarlo todo por mí, por mis besos, por todo lo que yo te podía brindar. Hubo veces en las que tal vez yo estaba convencida de que me querías de esa forma que tanto esperaba, de que tu finalidad era hacerme feliz, y que simplemente yo era tu prioridad. Siempre habría podido decirte las cosas más preciosas pero perdí todas las oportunidades porque no estaba preparada, y mucho menos convencida de lo que sentía, es tal la confusión que aún no he conseguido descubrir nada nuevo desde el último invierno. Creo que siempre has tenido claro que hubo un tiempo, ese mismo tiempo de confusión en el que yo habría dado todo por ti, por cada sonrisa derrochada. Pero imagino que esto es como hacerse mayor, las cosas cambian y las personas afrontan. Pude afrontar que mi destino no era brindarte mis besos, pero vivía en la confusión de querer saber si echabas de menos mis manos sobre tu piel, si darías algo por una aventura más, por la diversión. Entonces mi "yo" pequeña, inocente y raramente romántica creció, olvidó lo que tú ya habías olvidado y se decidió por no volver a rozar tus labios y mucho menos tu corazón.
Ahora, en este mismo momento, aquella chica del último invierno no existe, esa chica que hizo florecer su felicidad en primavera se esfumó y la otra que perdió la cordura en verano salió huyendo antes de amarrarse a la tristeza. Ahora estoy yo, la hoja valiente que no quiere caer del árbol, esa misma hoja que se quiere quedar en su rama, alegrándose de haber vivido aquel invierno, esa primavera y este verano, pero jamás, nunca jamás volverán porque ni la hoja quiere ni el destino tampoco.

miércoles, 24 de octubre de 2012

La vida me vuelve a sonreír.

No lo tengo todo, ni mucho menos. A veces incluso te echo en falta aunque no es tiempo de quejas y sólo son espejismos. Tengo a mis amigos, con los que reírme a todas horas como niños pequeños. Tengo a mi pequeño, él lo es todo, él es el reflejo de lo que yo fui. Tengo a mi canija, a la que cada día la enseño una cosa nueva, al mejor regalo que me hicieron con ocho años. Tengo a gente conocida, amable, divertida. Tengo un instituto al que ir. Tengo un ordenador en el que me puedo expresar libremente. Tengo a mi mejor amiga, por fin, ella me hace reír, mucho, muchísimo, como tanto me gusta, cada día me siento más orgullosa de haberla dejado entrar en mi vida.
No, no lo tengo todo pero cuando hay más sonrisas que lágrimas merece la pena levantarse para sonreírle al mundo, para buscar nuevas experiencias. Incluso para esperar a que venga esa persona a la que morderle los labios, darle mil abrazos y susurrarle un millón de tequiero's.

lunes, 22 de octubre de 2012

Desde el 25 de febrero.

He visto mucho rayos de sol y he visto llover de nuevo, he de admitir que mi vida ha cambiado porque, supongo, que esos eran los planes. Es obvio que he tenido que dejar que cambie sin luchar por nada, ya no era necesario, pero hay que dejarla cambiar sin que se me escape de las manos, más bien sin que huyas de mi vida. Creo haberme sincerado siempre y esta vez no va a ser diferente. Cada vez que me miras con cara de odio o me respondes a algo que te hace gracia con un simple "vale" se me cae el mundo entero, y es que me acostumbré a que me rías las gracias, me escuches las penas y me insultes con cariño. Nunca podré olvidar cuando me dijiste que no estuviera mal, que siempre serías como mi familia porque siempre me has visto pasarlo mal y tú conseguías hacerme reír entre tanta mierda, todo esto más allá de lo que hiciéramos. Nunca podré olvidar que me rescataras de todo durante esos 24 días, que sé que lo hiciste por no dejarme sola, por hacerme pasarlo bien aunque sólo fuera por unos días. Nunca te estaré suficientemente agradecida por todos estos meses, créeme. Pero cada día veo que te alejas más de mí, como si me separaran de mis hermanos, cada día recuerdo de forma más nublada aquel "siempre seré tu familia", cada vez me siento más perdida y sólo es porque la persona a la que le contaba hasta mi mayor tontería se aleja poco a poco, quizá por el temor a que yo lo confunda todo, cuando no he estado más convencida en mi vida de que, como dijiste tú cuando me iba a mudar, ¿y qué hago yo sin ti? No te vayas. No te puedes ir.
No me fui, no te vayas tú. Necesito tus "buenos días cosa fea" y tus "que hipster eres" y todo eso. No quiero comerte el tiempo, ni fastidiarte los días, ni rayarte, ni siquiera volvería al pasado, no, nunca más, no podría, sólo quiero a mi familia. Quiero mis noches de tuits tontos y conversaciones ridículas, vacilar a la gente, reírnos de todo, como siempre hemos hecho. Sin más idas y venidas, ni más discusiones, ni más miradas de odio. Porque recuerda, tú me lo dijiste, eres como de mi familia. Si tú saltas, yo salto, por nuestra amistad.






lunes, 16 de julio de 2012

TWITTER NOT FOUND.

16 de julio de 2012, son las 21:14. Ahora mismo me encuentro en una gran crisis, creo estar volviéndome loca y no sé que hacer para aguantar esto. Cierto suceso extraño no me permite tuitear, creo ver el fin del mundo. Atentamente, tuitera compulsiva.

Hola mundo.

A una semana de mis 17 me ha dado por hacer balance de todo, básicamente de quién soy. Me he dado cuenta de que soy una chica distinta a las demás chicas, con una personalidad propia, poco femenina y un carácter muy particular. No soy un estereotipo que se pueda encontrar fácilmente, no sé el motivo pero sí que sé que nací para romper esquemas. Desde siempre he crecido sola por motivos de la vida, todo lo que soy lo he construido por mí misma, creo que de ahí viene lo independiente que soy. He sufrido mucho más de lo que parece ser porque sí, soy ese tipo de persona que cuanto más sufre más sonríe. ¿No es ya el mundo demasiado triste cómo para ver más lágrimas?
Os preguntaréis: ¿de qué habla esta? Hablo de mí, que ya me toca. Y sí, resulta que soy de esas personas que se despreocupan de si mismas por los demás, la típica "de buena eres tonta" pero es lo que a mí me sale, dar la atención que a mí nunca me han dado. Bueno, sigamos con el balance... A menudo me dicen que estoy loca pero yo no lo tengo en cuenta porque ya estoy acostumbrada a ser la chica que está loca. Soy realmente maniática, la mayor tontería para cualquiera para mí puede ser la mayor de las manías. Soy muy sensible pero con los años la sensibilidad ha seguido y el autocontrol ha crecido. Ya puedo contener las lágrimas hasta llegar a casa y consolarme a mí misma. Podéis mirarme como un bicho raro sin queréis pero he de admitir que me encanta la sensación de una lágrima recorriendo mi cara, ese acto es como todo lo que yo quiero decir y no sé como hacerlo. ¿Qué más decir de mí? Cuando aprecio a alguien aprecio de verdad, sin falsedades, no me sale sonreír a alguien a quien no quiero sonreír. A veces soy orgullosa y cabezona y me equivoco como todo el mundo. Soy muy observadora y a la gente más cercana a mí le cuesta mucho engañarme porque con mirarles a la cara sé si no me están diciendo la verdad. Tengo muchos defectos, demasiados para nombrarlos aquí diría yo. 
Soy alta, pelirroja de bote, pecosa, muy delgada, tengo los ojos de un verde muy raro, la nariz es pequeña de frente y grande de perfil, tengo los dientes separados y sonrío mucho aunque siempre me veo fea. Al principio me cuesta ser cariñosa con la gente pero quien se lo gana tiene todo de mí.
¿POR QUÉ CUENTO ESTO? Porque creo que ni yo misma me conozco, porque es hora de hacer un balance y ver que he de hacer conmigo misma, porque tengo que abrir puertas que nunca he abierto, porque simplemente es lo que necesito. Necesito gritar: ¡HOLA MUNDO!

La realidad ha llegado.

Hoy, típica tarde de verano sin planes en la que no hay nada mejor que hacer que estar frente al ordenador. Estaba yo tan tranquila en Twitter cuando me dio por dar el enlace de Ask, alguien anónimamente me empezó a preguntar por mi última relación, yo nerviosa y pensativa no sabía  qué contestar, salía del paso como podía cuando de repente más anónimos me empezaron a apoyar. Todos estaban conmigo y con las cosas que me decían abrí los ojos, no me mereces. Ya hice lo que pude y nada, así que como me dijeron "cuando importa más una opinión es que realmente no te quería" algo que yo ya sé. Por eso, por eso mismo, no quiero más vueltas atrás, no quiero más círculos viciosos que están en modo repetición, solo quiero que todo cambie de una forma u otra pero ha de cambiar y una vez cambie no volverá más.

viernes, 13 de julio de 2012

Volvamos con la tontería.

Después de todo he de decir que gracias. Gracias por todo el tiempo que compartes conmigo, gracias por todas las sonrisas que me regalas, gracias por tus broncas, gracias por tus enfados, gracias por esas noches tan divertidas, gracias por cada borrachera, gracias por no haberme echado de tu vida, gracias por todo lo que se te ocurra. GRACIAS.
Realmente eres una de esas personas que desde que vino nunca se ha ido, NUNCA. Por mucho que nos digamos de todo en broma nos tenemos aprecio, yo lo sé. Quiero que estemos bien, que sigamos con este buen verano, porque sí, está siendo un buen verano, esto también lo sabes. Y ya sabes, lo que siempre digo: que sea lo que tenga que ser y es lo que hay.
P.D: te quiero, más que la trucha al trucho. Espera... más que la trucha a la trucha. Bueno, más que el vodka al limón. Aunque en realidad, te tengo más asco que Adele a la lechuga, que un cani a un libro, que Twitter a Tuenti, que una guarra a la ropa, que una portuguesa a la depilación, que una madre al desorden, que un cubata al rellenarse de agua, que una cámara a un feo, que un chocho a un gay, que el cuerpo a la resaca, que yo al reggaeton, que un heavy a Justin Bieber, que la Coca-cola a la Pepsi, que el cubata a la espuma guarra, el carbón de la cachimba al aire, que el mundo a mí, que tú a nuestros enfados.

Mi vida, aburrida. Mi vida, una más.

14 de julio de 2012, ahora mismo son las 0:20 de la noche. Estoy en mi ventana, pensando, cambiando, pues mi sitio de pensar es mi almohada. Supongo que es mi subconsciente que me pide un cambio de actitud, me pide estar en la ventana ampliando mi vida, me pide abandonar mi rinconcito. Es como en las películas, estoy con mi ordenador, en mi ventana, una caja de pañuelos y demasiadas piezas de mi vida descolocadas. Creo que muchos sucesos en poco tiempo.
Todo comienza más o menos medio año atrás, como ya sabéis algunos. Algo parecido a la felicidad llamó a la puerta, pero yo hacía como cuando llama el cartero comercial al telefonillo, lo ignoraba, me gustaba más seguir viendo mi película. Pero un día, me drogué, mis neuronas se drogaron y algún golpe en mi cabeza me pidió abrir la puerta y escapar de todo aquello. Lo hice, huí, luché por mí y no por los demás, luché por una felicidad compartida. Luché, mucho, hasta que todo se quemó, cayó en la basura o quedó abandonado en alguno de todos aquellos bancos que sostuvieron felicidad, al igual que acaba una botella de vodka ya terminada. Todo parecía perdido para siempre. Recordaba el último beso que poco después dejó de serlo con un simple "joder, te echo de menos". Volvieron más besos pero ninguno igual. Todo aquello no fue nada, días, una  mala borrachera. Entonces sí, todo parecía realmente acabado, pasaron los días y efectivamente aquel reflejo realista era una bonita y rara amistad, gran aprecio supongo. De repente un día me metí una buena hostia, una hostia de esas que te ríes en el suelo. Y así comenzó el verano: fiesta, risas, alcohol, más fiesta, muchos besos, complicidad, noches compartidas, noches recuperadas después de todo aquello. 
Y después...después estoy yo, en mi ventana, contando todo esto a un teclado y a un par de gente que quizá tenga curiosidad por mí, y bueno, supongo que a ti, que te imagino leyendo esto con una sonrisa y mil recuerdos en tu cabeza. ¿Sabes? Quiero verte reír, así como tanto me gusta, sin tenerte y teniéndote, me da igual. Quiero tu felicidad por encima de la mía, sin estar enamorada, pero con todo esto tan genial. Sí, genial, cuando el mundo desaparece y solo quedan tonterías de las que reírse y cosas que contarse. Solo quiero seguir siendo esa cosa sin clasificación, esa especie de relación indispensable, una droga más en tu lista.

lunes, 9 de julio de 2012

Hablar, hablar.



Se pueden decir mil cosas sin utilizar ni una sola palabra. El lenguaje de una mirada al conectarse con otra, no se necesita más.

domingo, 8 de julio de 2012

No pienses en esto, no tiene sentido.

No te guardes las tentaciones para otros días, haz lo que el cuerpo te pida. Actúa con el impulso y obvia las posibles adversidades, si no disfrutas tú nadie lo hará por ti, o bueno, alguien disfrutará por ti lo que tú deberías disfrutar. Aprendí que es mejor quererse antes de que te quieran, todo resulta más fácil. creo saber que la felicidad no está en nadie sino más bien en uno mismo. No le busques sentido a esto, no lo tiene. El sentido está en tu sonrisa, o bueno, en la mía, o ninguna, ya no sé. El caso es que yo observo y no actúo, soy piedra, roca, digo y no ordeno, no pienses en esto porque es más complicado que todo lo que se alcanza a ver.

Sonreír como medida.

Perder una batalla no es retirarse, pues sigo aquí, con heridas de guerra, aún. Estoy bien, realmente bien, estoy bien por mí, sólo por mí. No podría describir con palabras como me siento pero he sobrevivido a cada caída desde hace casi diecisiete años, caídas que me han ido haciendo cada vez más fuerte. Nunca lo he pensado pero involuntariamente baso mi vida en sonrisas, las mías, las de los míos.
Hoy por hoy mi meta es seguir así, sin pasar malos momentos, pudiendo controlar medianamente todo aquello que antes se me escapaba de las manos, se me iba del control. Y es que creo estar en un camino no muy complicado, creo que es aquel al que dicen "disfruta y no piensas en lo malo". Es eso, disfruto o perderé la noción del tiempo, las veces que respiro, las veces que río, todo. Así que aquí estoy sonriendo al mundo, llorarle era demasiado fácil.

jueves, 28 de junio de 2012

Baby give me one more night.

Try to tell you ''no'' but my body keeps on telling you ''yes''.  Try to tell you stop, but your lipstick got me so out of breath. I'll be waking up in the morning probably hating myself, I'll be waking up feeling satisfied, and guilty as hell.





No intentes odiarme.

Deja de intentar odiarme porque no puedes. Siempre intentando engañarte, borrando de alguna forma el pasado que ya no se puede borrar. Nos necesitamos de forma distinta, pero NOS necesitamos. Si después de todo seguimos aquí es por algo, ¿verdad? Te importo, me importas y así es la historia, lo sabemos, lo digamos o no. Soy importante en tu vida y tú en la mía, no hace falta que me lo digas para notarlo en tu mirada. Recuerda, por ser como eres conmigo no me haces daño, se como quieras ser, no como deberías ser para no dañarme. Mil veces te dije que sé lo que hay, lo que hay es algo raro y no tenemos ni que darle más vueltas.

De jaja's.

Gracioso es que amanezcas en la misma cama con tu ex justo un mes después de que te dejara.

domingo, 24 de junio de 2012

.

Aún sabiendo lo que hay soy feliz de tenerte cerca, me haces sonreír, me diviertes, te importo. Yo ya no sé como agradecer que jamás me abandonases del todo.

Que...

Me gire y estés ahí, tenerte sin tenerte. Que me hagas feliz y te preocupes por mí aún habiendo un pasado extraño. Tenerte junto a mí, acariciándome dando a entender que todo está bien, que nos importamos. Sin ser nada somos lo nunca visto y que me encantas. Me encantas tú, tu amistad, tus abrazos y todo eso, increíble.

viernes, 15 de junio de 2012

Quieta me quedo.

Lo doloroso que puede llegar a ser que todo el mundo sepa lo mucho que te quiero y que a la vez vean que estoy completamente loca por seguir aquí, haciéndome daño yo sola, pero es que no quiero levantarme. Quiero seguir enfrente de tus sonrisas y al lado de tus locuras. Quiero seguir con el juego, por tonto que sea y por jodido que me resulte, no quiero sino que queremos seguir con nuestras propias normas.

Inocente, ¿por fuera o por dentro?

Existen ese tipo de días en los que te pierdes, pierdes a tu persona, pierdes todo lo que eres sin motivo alguno, o quizá con todos los motivos habidos y por haber. Como dijo un sabio ''solo sé que no sé nada'' y es que hoy por hoy no sé nada. No sé que hacer, no sé como soy ni como debo ser, y lo peor, no saber que puede ocurrir en el mañana, siempre despertándome esperando la novedad, esperando lo bueno o lo malo. Me perdí en algún punto del trayecto que ya ni recuerdo, perdí mi cordura, perdí mi razón de ser.
Solían decir que tenía cara de ser muy inocente, carita de niña buena. Yo me lo planteo y no sé si tengo cara de niña buena y alma de demonio o todo lo contrario, y es que cada día es una cosa. Hay días en los que me despierto y me siento como la persona más mala y más rastrera del mundo, sin motivos, sin haber hecho nada malo. Luego están los días en los que la protagonista es la típica pregunta: ¿qué he hecho para tener todo lo malo que tengo?
Y aquí sigo sin la respuesta a mi inocencia, a mi cara de ángel y alma de demonio, o el contrario, no sé, me perdí.

viernes, 8 de junio de 2012

A saltos en el tiempo.

Aún recuerdo este último invierno en el que empecé en mi absurda realidad y acabé en mi propia verdad. Llegaste y me sacaste de mi tontería, fue un extraño día de febrero con más alcohol que gloria en el cuerpo, tocando más el suelo que el cielo o, bueno, tocando el cielo por estar muriendo, supongo. En conclusión, fue parpadear y encontrarte justo en frente, desde ese momento todo dio un vuelco, tanto para ti como para mí. Todo parecía ir por buen camino, avivándose por primavera, cuando no pudimos quedarnos en frío.
Y ahora llega el verano, maldito verano, me tiene tan perdida... Solo sé que volvería a aquel frío invierno en el que empecé en mi absurda realidad y acabé en mi propia verdad.



Y...

... déjame vivir mi locura sin maldad. 


jueves, 7 de junio de 2012

Extraño, divertido.

Vivir de lo raro no es tan malo. Ser diferente junto a ti era divertido. La emoción de mirarnos, sonreír y hacer como si nada. Ese momento de locura en que nos echamos para delante y decidimos lanzarnos para intentar reírnos del mundo, todo tan gracioso como prácticamente inexistente. Pero pasar pasó, nos reímos de todo como nos dio la gana hasta que nos explotó en la cara. Pero sin destruirnos del todo, así que aquí seguimos, como si nada, riéndonos como siempre pero sin la costumbre de respirarnos.
 Y si te encantaban mis sonrisas, por favor, sigue fabricándolas para no perder costumbre.

Sin distancias.

Vale, lo acepto, si en mis manos estuviera que me volvieras a querer claramente me volvería a suicidar. Y es que por ti a mí me merece la pena caer, una sonrisa tiene más valor que tropecientas hostias. Nunca negué que te quiero, que me gustas, simplemente decidimos seguir como si nada y por ello gracias. De alguna forma te importo, tú me lo haces ver y eso a mí me parece increíble, aunque sea un poquito, he calado en ti. En definitiva, la vida sigue y si nuestros caminos están medianamente juntos más que mejor.

.

Te sigo, te escribo y si quieres que te quiera me lo dices.

domingo, 3 de junio de 2012

Me rindo.

Me cueste o no, el pasado es pasado y si no vuelve será porque no tiene que volver. Yo ya no puedo hacer nada, solo brindarte mi mano e invitarte a mis sonrisas. Porque si te hice feliz te lo puedo seguir haciendo, de forma distinta. Al igual que yo acepto lo pasado tú debes aceptar que si no te has ido será por algo.

Dos meses atrás.

Hace exactamente 61 días que pediste tenerme, yo tenía muchos miedos pero todos huyeron. Decidimos compartirnos, apoyarnos mutuamente, hacernos felices de forma recíproca, todo funcionaba muy bien, tan bien que era extraño que nada fallara. Pasó un huracán y al parecer voló todos los buenos momentos, nos transportó a otra situación. A un te miro para hablarte, lo acepto y me callo. Total, la ley era quedarse con los buenos momentos, ¿no?
Fíjate bien, todos los verbos en pasado, porque es pasado por mucho que yo no quiera aceptarlo, el mismo pasado que otros tampoco puede aceptar. Pero si me soy honesta, honesta de verdad, no sé que esperar, no encuentro sentido a todo lo que hicimos, por mucho que lo hiciéramos porque queríamos, seré que no puedo comprender que algo firme y compacto pueda fallar. Y sí, las sonrisas a centímetros se cambiaron a miradas a lo lejos y mi único remedio es aceptarlo y dejar de llorar en el suelo.
Es más prefiero olvidar todo recuerdo y fabricar nuevas historias.

martes, 15 de mayo de 2012

Estar, estoy.

Siempre que necesites algo sabes que estoy, el día que encuentres la respuesta de alguna forma estaré. No me pierdo, perduro en los recuerdos y en todas las sonrisas que conseguí despertar en tí. Sé que de algun modo te importo, me tienes cariño y no buscas perderme. Lo mejor es darle la herramienta al tiempo, es el más sabio y siempre hace lo que tiene que hacer. Y que recuerden que estar, estoy.

Así nos va.

El vuelco fue tan grande que el golpe ha sido doloroso. Será cosa del tiempo, del poco tiempo, que todavía yo no haya pensado. Todo tan veloz que aún no he abierto los ojos. Inocente de mí, de ver el mundo como un objeto, de tener una vida y poder sacar algo de ella, un poquito de felicidad entre tanta ruina, algo que poder reciclar.
Un día abrí los ojos y te ví, jamás pensé si ibas a tener función en parte de ese objeto particular, mi vida. Pero sí, llegaste, estabas ahí, formando parte de algo y decidiste llamar a mi puerta.
Tenía miedo de abrir, sabes que tengo mucho miedo. Miedo al miedo. Al fin abrí un poquito la puerta, te miré, me miraste, parecía que no había peligro. Me regalaste parte de tu confianza y yo decidí tomarla. Abrí un poquito más la puerta y tú empezaste a hacerme sonreír, un poquito cada día, cada día un poquito más que el anterior. Viendo que todo eran sonrisas y miradas decidí dejar que entrases por mi puerta para que vieras lo que encontrabas, te mostré prácticamente todo lo que formaba parte de mi forma de ser. Me pediste venir más a menudo, recapacité y acepté pensando que era una idea bastante buena. Así tarde tras tarde tenías una invitación para llamar a mi puerta. Yo te abría encantada esa mísera puerta, esperando a que me olvidara de lo ruín que era todo. Conseguimos pasar tardes de risas, de confidencias, de complicidad, de reír bajo un paragüas, de perder el tiempo. Nos encontrábamos bien, muy bien. Pero pasó un gran camión por delante y ya no tenías puerta a la que llamar.
Aún sigo buscando material para construir una nueva, invitarte y que decidas si quieres venir.

domingo, 29 de abril de 2012

Momentos que no fallan.

Sonreir pensando en todos esos amigos jodidamente incríbles que son los que consiguen que todos los dias sean más fáciles. Pensar en toda la suerte que tienes de tenerlos, la confianza de ser tu misma, de decir la mayor payasada, la cosa más ridícula y ver como se ríen. Ser consciente de que no te fallan, de que se preocupan y sobretodo de ver como comparten sus momentos contigo. No desperdiciéis a los amigos de verdad, nunca fallan, es de las pocas cosas que se necesitan para ser verdaderamente feliz.

Eso.

Nunca perdí la confianza en tí, simplemente está todo genial y quiero que lo siga estando. En poco tiempo me he acostumbrado a tí y debo confesar que no se está nada mal.

.


 I just wanna throw my phone away. Find that who is really there for me.

sábado, 28 de abril de 2012

Viniste.

Desde que desaparecí todo ha cambiado, corrieron muchas lágrimas por mi cara y nacieron muchas sonrisas de mi boca. No sé como pero apareciste y mi rutina siguió siendo rutina pero cambiada, ahora tengo tus sonrisas día a día y muchas más momentos increíbles, todas esas cosas que es mejor guardarse y no parecer una loca empalagosa.