domingo, 8 de julio de 2012

Sonreír como medida.

Perder una batalla no es retirarse, pues sigo aquí, con heridas de guerra, aún. Estoy bien, realmente bien, estoy bien por mí, sólo por mí. No podría describir con palabras como me siento pero he sobrevivido a cada caída desde hace casi diecisiete años, caídas que me han ido haciendo cada vez más fuerte. Nunca lo he pensado pero involuntariamente baso mi vida en sonrisas, las mías, las de los míos.
Hoy por hoy mi meta es seguir así, sin pasar malos momentos, pudiendo controlar medianamente todo aquello que antes se me escapaba de las manos, se me iba del control. Y es que creo estar en un camino no muy complicado, creo que es aquel al que dicen "disfruta y no piensas en lo malo". Es eso, disfruto o perderé la noción del tiempo, las veces que respiro, las veces que río, todo. Así que aquí estoy sonriendo al mundo, llorarle era demasiado fácil.

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